Dificultad: Fácil Distancia total: 13 Km. circular Duración: 5 h.
De una belleza natural espectacular, el Salt del Mir te sorprende apareciendo oculto en mitad del bosque.
Esta ruta es circular y muy fácil, se puede hacer con toda la familia y te puede acompañar incluso tu perro si está acostumbrado a recorridos de esta longitud.
Se empieza en el municipio de Santa Maria de Besora, en la comarca de Osona, justo al límite con la comarca del Ripollès, a 30 min. de la población de Vic.
¿Cómo llegar a Santa Maria de Besora?
Llegas a ella a través de una carretera de curvas, que actualmente se encuentra en obras de mejora para conseguir que sea un poco más ancha.
Santa Maria de Besora es una población rural pequeña, de unos 150 habitantes, situada a 870 metros de altitud.
Por lo pequeña que es te será relativamente fácil aparcar tu coche en alguno de los aparcamientos habilitados y encontrar el punto de inicio de la ruta.
Justo después de haber pasado la iglesia de Besora, hay una oficina de turismo en la carretera a mano derecha, y un cartel con un mapa de la zona, desde aquí podrás comenzar tu camino.

Iniciamos la ruta al Salt del Mir
La primera parte del recorrido se hace de bajada a través de una pista ancha de tierra, entre campos de cultivo y granjas.

En muchos tramos de la ruta te acompañarán las vistas del Castillo de Besora al fondo, en lo alto de la colina.

Esta pista te lleva en aproximadamente media hora hasta el Restaurante “La Cabanya del Mir”. Se trata de una bonita masía restaurada en la que se sirven desayunos y comidas típicas de la zona. Nosotros no nos pudimos quedar porque por el confinamiento se encontraba cerrado, pero seguro que volveremos.
También hay gente que prefieren dejar el coche en el parking del restaurante y empezar el recorrido desde este punto.

A partir de aquí el paisaje va cambiando, abandonando la zona rural y adentrándose en una zona más boscosa y húmeda, entre robles, hayas, arces, …

MIS TIPS: Lleva zapatillas que no resbalen, ya que la zona de la cascada y alguna parte del camino es muy húmeda y resbaladiza. Y si vas en otoño, con las hojas caídas, todavía puede resbalar más.
Seguidamente, encontraremos un puente de madera por el que vamos a cruzar la Riera de la Foradada.

El Molí del Mir
Si te fijas a tu izquierda, se encuentra una esclusa que se utilizaba para almacenar el agua y canalizarla hacia la alberca para ser utilizada en los diversos molinos harineros que se encontraban en la zona, como el Molino del Mir. Durante el recorrido todavía podrás ver los restos de algunos de estos molinos. Hay uno completamente integrado en la naturaleza del entorno pocos metros antes de llegar al salto de agua.
De hecho desde aquí ya podremos escuchar el sonido del agua caer.
A medida que te vas acercando, el suelo está más embarrado, el aire huele a tierra mojada y el ambiente se vuelve más húmedo. Encontrarás unas escaleras de madera que bajan a un mirador y, finalmente, otras escaleras que te acercan a la cascada.

MIS TIPS: En otoño, la gran variedad de colores en las hojas de los árboles, hacen del paisaje un hermoso espectáculo de la naturaleza.

En un momento del camino, hay una intersección en la que nos desviaremos hacia la izquierda para visitar el salto, y volver después sobre nuestros pasos para recuperar el camino.
El Salt del Mir
Con agua y sin agua, su espectacular caída de casi 35 metros de alto resulta espectacular desde donde lo mires. Yo fui en otoño, hacía días que no llovía y bajaba poca agua. Sin embargo, poder bajar hasta la misma cascada, pasar por debajo y dejar que el agua te caiga literalmente encima es una experiencia única.

Esto sólo podrás hacerlo si lleva poca agua, porque tendrás que cruzar el arroyo. Hazlo siempre con cuidado, porque el terreno resbala mucho.
Una vez hemos visitado el salto, volveremos a la intersección para retomar el sendero dirección a la Ermita de Sant Salvador del Prat. Esta preciosa ermita románica del S.XII, se encuentra en medio de un verde y ancho prado.
La última parte del recorrido es nuevamente de pista, entre varias granjas, hasta llegar a la carretera que viene de St.Quirze.

A partir de aquí hay que caminar por un tramo de carretera de aproximadamente 1,5Km. Aunque no es una carretera muy transitada y hay trozo para ir sin pisar asfalto, extrema la precaución en esta parte.
Antes de llegar a la población de Santa Maria de Besora, tienes la opción de desviarte hacia la izquierda para subir hasta el Castillo de Besora.
Castillo de Besora
A 1090 mts de altitud, el Castell de Besora fue antiguamente el centro histórico de la población, al que sólo se podía acceder por un camino angosto que en su momento fue fortificado.
Hoy en día, para subir hasta el castillo, el camino sigue siendo estrecho, húmedo en las partes más sombrías y con desnivel, pero sin dificultad.
La llegada hasta la cima te regala unas fantásticas vistas de toda la zona.
Si tienes alguna duda o consejo, escríbeme! Estaré encantada de leerte y responderte!
Nos vemos en la próxima ruta!
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