Dificultad: Fácil Distancia: 15 Km. ida y vuelta Duración: 3:00 Horas
La Ruta del Carrilet
La Ruta del carrilet es una via verde de 97 Km. que recorre el antiguo trazado de la vía del tren, que circulaba entre las poblaciones de Olot y Sant Feliu de Guixols. Esta vía, que une las comarcas de la Garrotxa, el Gironès y el Baix Empordà, atraviesa parajes, entornos naturales de gran importancia y valor paisajístico y cultural.
Fue inaugurada como vía verde en 1997 y bordea, a su paso, tres ríos: el Fluvià, el Brugent y el Ter.
Este tramo de la ruta que te traigo es muy, muy fácil, de camino ancho, sin desnivel, muy frecuentado por ciclistas y vecinos de la zona que se acercan a dar un paseo. Su fácil recorrido, no le quita atractivo, pues en algunos tramos es de una enorme belleza.

¿Cómo llegar?
Salimos des de la Avenida Josep Tarradellas, justo donde se encuentra una amplia zona comercial de grandes supermercados y restaurantes de comida rápida. Allí podrás dejar el coche, en una gran zona de aparcamiento. Verás que están McDonalds, Burger King, … y varios supermercados. Desde cualquier zona de la ciudad de Gerona puedes acercarte andando también si prefieres alargar la ruta.
En la parte de atrás de la zona comercial, que queda de espaldas a la carretera, verás que hay una zona de parque arbolada, te diriges allí y siguiendo el camino a tu derecha, pronto te cruzarás con el camino que recorre la ruta del carrilet.
Iniciamos la ruta
El camino, que iniciamos detrás de la zona comercial, atraviesa en primer lugar una zona de huertos y cultivos, trabajados por gente de la zona. Hay un merendero en el que muchos aprovechan el espacio para celebrar aniversarios con los niños, o meriendas con los amigos.

Después de este primer tramo, coincidiendo con la entrada al término municipal de Salt, el camino sigue por un trazado de asfalto durante, aproximadamente, unos 700 metros. El paisaje sigue siendo de huertos, muy coloridos y la mayoría muy bien cuidados.
Para su riego, se aprovechan los recursos hidráulicos que provienen del río Ter, el cuál discurre muy próximo a nuestra ruta.
De hecho, nos encontraremos con el río hacia el final de nuestra ruta, en el que podremos incluso mojarnos los pies. En verano, hay grupos de amigos y familias que acuden a bañarse en él.
Pero primero, vamos a llegar hasta allí.
En menos de 10 minutos, acaba el asfalto y seguimos por camino de tierra.
Nos encontramos con el cruce de un camino que proviene, desde nuestra izquierda, de la población de Salt.
Pues bien, torcemos a la derecha y, seguidamente, en las indicaciones giramos hacia la izquierda, tomando dirección a Bescanó-Olot.

A partir de aquí, la ruta abandona la parte más urbana y se adentra en una zona de arboledas, alternadas con campos de cultivo. Vamos a atravesar las denominadas Dehesas de Salt.
Las Dehesas de Salt
Los últimos huertos, algunos con pequeños invernaderos, marcan el inicio de una zona de bosques de altos chopos en la que nos adentramos.
En días de sol se agradece llegar hasta este lugar, dónde estos maravillosos árboles nos regalan su sombra.

A 1 kilómetro, nos encontraremos con el puente por el que pasa la autopista y que vamos a cruzar por debajo.
Durante el camino es muy frecuente que puedas encontrarte con ganado pastando. Suele haber un rebaño de vacas que campan felices al aire libre entre las arboledas o en los verdes campos, incluso a veces algunos caballos.

A 600 mts. del puente de la autopista, nos encontramos con un cruce, en el que verás unas indicaciones. Deberemos tomar el camino hacia la izquierda, dirección La Pilastra, y Bescanó – Olot.
Y seguidamente, a 200 metros, cruce a la derecha.

Todo el recorrido está muy bien señalizado, por lo que es una ruta larga, pero muy fácil.

Al final de una larga recta, flanqueada por árboles a ambos lados, como si de una rambla se tratara, llegamos hasta el paso de La Pilastra, o la Isla de la Pilastra.

La Pilastra del Río Ter
Se trata de un espacio natural de gran valor paisajístico, con una gran variedad de vegetación, entre la que encontramos bosques de alameda, fresneda o aliseda.
El río Ter aparece ante nosotros en todo su esplendor. Es simplemente, un espectáculo de la naturaleza.

En esta isla, también se encuentra el Parque de la Pilastra, inaugurado en 2011.
Es un parque de aguas bravas destinado a la realización de actividades de iniciación, escuela y competiciones de piragüismo, que fue acondicionado para permitir también la realización de entrenamientos por parte del Club de piragüismo Salt-Ter.
Tiene una longitud de 305 mts. y para su diseño se simularon varios cabales de 4, 8 y 12 metros cúbicos.

Permítete en este bucólico lugar, descansar, respirar, escuchar a los pájaros, o simplemente observar cada uno de los maravillosos rincones que vas a descubrir.
Puedes pasear junto al río, disfrutar de su tranquilidad, ver las playas que se han formado en su ribera, cruzar un pequeño puente de madera y comprobar lo fría que está el agua.

Llegada a Bescanó
Para seguir hasta la población de Bescanó, fíjate en las señales direccionales.
Sólo tienes que recuperar el camino. Para ello, verás que tendrás que subir una fuerte pendiente.

Al final de esta pendiente, tu camino coincide con otro que viene de tu izquierda. Los dos caminos se funden en uno sólo.
Sigue adelante, durante unos metros, y verás que la carretera pasa paralela a nuestro camino.

A partir de aquí, fíjate bien, porque a tu derecha, hay un pequeño camino que baja dirección al río, abandonando el camino ancho. También podrías continuar por el ancho, que cruza un tramo urbano más cerca de la población.
El pequeño sendero, sin embargo, transcurre por medio del bosque, junto al río y te ofrece un paisaje encantador y maravilloso. Así que puedes elegir entre las dos opciones, aunque yo te aconsejo el del río.
Si sigues el sendero del río, ésta es la increíble fotografía que quedará guardada para siempre en tu memoria.

Una vez en Bescanó, puedes descansar y recuperar fuerzas en el Restaurante La Barca que hay junto al río, que tienen un menú muy casero, con carnes a la brasa, y, además con vistas. O bien, entrar al pueblo, hasta la plaza y tomarte una hamburguesa en el Restaurante CanKoks.

Y si lo que quieres es deleitarte de este increíble entorno, relajarte y respirar naturaleza, te puedes llevar unos bocadillos y agua en la mochila y a disfrutar.
Disfrutar… y soñar, porque el paisaje y el silencio, sólo interrumpido por el canto de los pájaros, invitan a ello.

¡Nos vemos en la siguiente ruta!
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